Viaje privado a Serbia: 8 días de patrimonio, naturaleza y sabor local

Por la mañana salida rumbo al norte, hacia la verde Fruska Gora, con visita al monasterio de Krusedol. Continuamos a Sremski Karlovci, una localidad con mucha historia y aire imperial: pasea por sus calles, asómate a sus edificios históricos y, si te apetece, prueba el mítico vino Bermet.
Por la tarde visitamos Novi Sad y la imponente fortaleza de Petrovaradin, con vistas al Danubio y galerías subterráneas. Tiempo libre en el centro y regreso a Belgrado.

Excursión a la región de Sumadija, clave en la historia moderna del país. Parada en Topola y visita del complejo de Oplenac, donde se encuentra el mausoleo real.
El resto del día lo dedicamos a disfrutar del lado más rural: pueblos, viñedos y cultura del vino con degustación en bodega local. Regreso a Belgrado y noche allí.

Salimos hacia el oeste para cambiar de escenario: nos espera la montaña Zlatibor, naturaleza en estado puro. Subida en teleférico, una experiencia panorámica espectacular.
Después, exploramos la cueva Stopica y seguimos hasta Sirogojno, famoso por su museo etnográfico al aire libre. Hacemos parada en la cascada de Gostilje antes de alojarnos en la zona.

Día con sabor “retro”: llegamos a Mokra Gora para subir al legendario tren Sargan Eight, uno de los recorridos ferroviarios más bonitos de la región.
Tras el tren, cruzamos a Visegrad para ver su emblemático puente sobre el río Drina y conocer mejor la historia ligada al escritor Ivo Andric. Alojamiento en la zona.

Vuelta a Serbia por carreteras de montaña y paisajes tranquilos. Visitamos Studenica (joya medieval y Patrimonio de la Humanidad) y seguimos por el llamado “Valle de los Reyes” hasta el monasterio de Zica, uno de los grandes símbolos del país. Regreso a Belgrado y alojamiento.

Visita completa de la capital. Empezamos por Kalemegdan, la fortaleza en la confluencia del Sava y el Danubio. Seguimos con la visita panorámica por Nueva Belgrado y paseo por Zemun, con su mezcla mediterránea y centroeuropea.
Continuamos por Dedinje, con la Casa de las Flores (memorial de Tito), y cerramos con el impresionante Templo de San Sava. Tarde libre para museos o compras.
Por la noche recomendamos dar un paseo por Skadarlija, el barrio bohemio para saborear el ambiente y la comida local.